Síntomas de Colitis Ulcerosa y Crohn
Los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal, tanto de la Colitis Ulcerosa como de la enfermedad de Crohn, varían dependiendo de la gravedad de la inflamación y de dónde se produce. Suelen comenzar poco a poco y a veces pasan meses hasta que el paciente acude al médico para consultar.
Síntomas de la Colitis Ulcerosa
La Colitis Ulcerosa cursa en brotes de actividad alternando con períodos de remisión o cese de la actividad, estos últimos pueden ser espontáneos y sólo en una minoría existe una actividad de la enfermedad continuada.
Los síntomas más importantes son la diarrea de heces mezcladas con sangre y en ocasiones moco, que produce dolor cuando pasa por el ano y después alivia. Las ganas de defecar a veces se sienten con mucha necesidad (urgencia), incluso por la noche cuando los pacientes duermen, o con una fuerte sensación de tener que evacuar el intestino pero sin poder hacerlo (tenesmo). Son frecuentes los retortijones localizados en la parte inferior izquierda del abdomen y en ocasiones producen hemorragias por el ano sin deposiciones. En general el dolor se alivia tras la deposición. Si la enfermedad se localiza en la zona del recto puede haber estreñimiento en vez de diarrea.
Algunos pacientes presentan síntomas graves en el transcurso de la enfermedad, que obligan al ingreso en el hospital, como son la diarrea de más de 6 deposiciones al día con sangre, fiebre alta, taquicardia y dolor abdominal por la dilatación del intestino grueso.
La colitis ulcerosa se clasifica de acuerdo a sus signos y síntomas:
- Proctitis ulcerativa. En esta forma de la Colitis Ulcerosa, la inflamación se limita a la zona más cercana al ano (recto), y para algunas personas, el sangrado rectal puede ser el único signo de la enfermedad. Otros pueden tener dolor en el recto, una sensación de urgencia o tener pequeños movimientos intestinales frecuentes. Esta forma de la Colitis Ulcerosa tiende a ser la más suave.
- Proctosigmoiditis. Esta forma implica el recto y el extremo inferior del colon, conocido como el colon sigmoide. Son problemas comunes asociados a esta forma: la diarrea con sangre, calambres abdominales y dolor, y una incapacidad para defecar a pesar tener necesidad de hacerlo (tenesmo).
- Colitis del lado izquierdo. Como el nombre sugiere, la inflamación se extiende desde el recto a través del colon sigmoide y el colon descendente, que se encuentra en la parte superior izquierda del abdomen. Los signos y síntomas incluyen diarrea con sangre, calambres abdominales y dolor en el lado izquierdo, y pérdida de peso involuntaria.
- Pancolitis (Colitis extensa). Afectación completa del colon que ocurre en el 25% de los casos. Provoca episodios de diarrea con sangre que pueden ser graves, calambres abdominales y dolor, fatiga y pérdida de peso importante.
- Colitis fulminante. Esta forma es rara y peligrosa para la vida. La inflamación afecta a todo el colon y causa dolor severo, diarrea profusa y, a veces, la deshidratación y el shock. Las personas con colitis fulminante tienen riesgo de complicaciones graves, incluyendo la rotura de colon y megacolon tóxico, una condición que causa que el colon se expanda rápidamente.
La mayoría de las personas con una enfermedad leve, como proctitis ulcerativa, no van a desarrollar los signos y síntomas más severos.
Manifestaciones extraintestinales de la Colitis Ulcerosa
Un 25-30% de los pacientes presentan otras manifestaciones de la enfermedad fuera de la zona intestinal. Son más frecuentes en las mujeres. En ocasiones se muestran como las primeras manifestaciones de la enfermedad intestinal y pueden presentarse en relación con la actividad inflamatoria intestinal o de forma independiente.
A nivel músculo-esquelético (músculos y huesos): Las más frecuentes son las artralgias, que pueden evolucionar a artritis. Puede presentarse espondilitis anquilosante, sacroileitis, osteoporosis o necrosis avascular.
A nivel de la piel: las manifestaciones más frecuentes son el pioderma gangrenoso y el eritema nodoso.
En los ojos: Las manifestaciones oculares son raras (menos de 10%) pero con frecuencia ignoradas o confundidas con trastornos banales frecuentes, a pesar de que pueden comportar problemas graves. El examen oftalmológico debería formar parte de las exploraciones de rutina en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. Los síntomas oculares son a menudo inespecíficos y su relevancia puede pasar por alto, tanto al paciente como al médico.Pueden aparecer antes de un diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal. Las manifestaciones oculares más frecuentes son: epiescleritis, escleritis y uveitis
Hasta el 15% de los pacientes con Colitis Ulcerosa pueden presentar a lo largo del curso de la enfermedad manifestaciones agudas graves que precisan ingreso hospitalario. Entre los síntomas y signos más frecuentes se encuentran: 6 o más deposiciones sanguinolentas/día, taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca, el corazón va acelerado), fiebre, anemia, aumento de VSG o dilatación importante del colon (megacolon tóxico)
Los pacientes con Colitis Ulcerosa padecen con mayor frecuencia que la población general trastornos psiquiátricos como ansiedad o depresión.
Complicaciones de la Colitis ulcerosa
La complicación más frecuente de la Colitis Ulcerosa son las rectorragias profusas (eliminación de sangre roja y abundante a través el ano) por el sangrado de las úlceras.
Otras complicaciones posibles son la perforación intestinal y las estenosis del colon, en las que deberá descartarse siempre presencia de enfermedad maligna. El megacolon tóxico, aunque es una complicación rara, es más frecuente en la Colitis Ulcerosa que en la Enfermedad de Crohn. Se define como la dilatación no obstructiva completa o parcial del colon, mayor a 6 cm. Puede presentarse con o sin síntomas tóxicos (mareo, desorientación, náuseas, vómitos, quebrantamiento general) y precisa ingreso hospitalario para tratamiento intensivo, al que, si no responde en las primeras 24 horas, se intervendrá de urgencia.
Al año del inicio de los síntomas, casi la mitad de los pacientes presentan remisión clínica y endoscópica con ausencia de lesiones en la mucosa. En general, los brotes de la enfermedad tienden a disminuir en pacientes que no han necesitado tratamiento inmunosupresor y alrededor del 30% no vuelve a tener recurrencias durante los 10 primeros años después del primer brote.
Hasta un 15% sufre manifestaciones de enfermedad grave durante el curso de la enfermedad y, de ellos, cerca de dos tercios necesitarán colectomía a lo largo de 12 años.
Síntomas de la enfermedad de Crohn
La inflamación de la enfermedad de Crohn puede implicar diferentes partes del tracto digestivo y se presenta de forma diferente entre las personas que padecen de Crohn. Las zonas más comúnmente afectadas son la última parte del intestino delgado llamada íleon y el colon, pero hasta en un 10-15% se asocian a lesiones en el tracto digestivo superior.
La inflamación puede estar limitada a la pared intestinal, lo que puede conducir a la cicatrización (estenosis) o la inflamación puede extenderse a través de la pared del intestino (fístula).
Los signos y síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar de leves a severos y pueden desarrollarse gradualmente o aparecer de repente, sin previo aviso. Los síntomas dependerán de dónde está localizada la enfermedad, en qué parte del tubo digestivo y es por este motivo que pueden ser muy variados.
Los signos y síntomas pueden incluir:
- Diarrea. Es el síntoma principal. Es una diarrea crónica de más de 6 semanas, dolorosa que no respeta el sueño, con tenesmo o incontinencia. La inflamación que se produce en la enfermedad de Crohn hace que las células en las áreas afectadas del intestino secreten grandes cantidades de agua y sal. El colon no puede absorber completamente el exceso de líquido que es secretado por las células inflamadas y es en ese momento cuando se presenta la diarrea. También pueden contribuir a la diarrea los intensos cólicos intestinales. Aproximadamente en un 70% de los casos la diarrea va acompañada de un fuerte dolor cólico, más frecuente en el cuadrante inferior derecho o alrededor del ombligo.
A diferencia de la Colitis Ulcerosa las heces no suelen ir acompañadas de sangre o moco y con mucha menos frecuencia se producen hemorragias por el ano.
- Dolor abdominal y cólicos. Es característico el dolor abdominal con retortijones, localizado alrededor del ombligo y en la parte inferior derecha del abdomen. La inflamación y la ulceración pueden hacer que las paredes de las partes afectadas del intestino sufran un proceso de inflamación severo y que finalmente este proceso inflamatorio lleve a generar un tejido cicatricial como consecuencia. Esto afecta al movimiento normal de los contenidos del tracto digestivo, provocando dolor y calambres. La enfermedad de Crohn leve suele causar incomodidad intestinal entre leve a moderada, pero en casos más severos, el dolor puede ser grave e incluir náuseas y vómitos. Tanto por la localización de las lesiones como por los retortijones o calambres intestinales, las náuseas y los vómitos son más frecuentes en la Enfermedad de Crohn que en la Colitis Ulcerosa.
Si las lesiones se localizan en el estómago, el dolor se presenta en la parte superior del abdomen.
- Sangre en las heces. El hecho que la comida esté en movimiento a través del tracto digestivo puede causar que el tejido inflamado sangre, o bien que el intestino sangre por sí solo. Se puede notar sangre roja brillante en la taza del inodoro o más oscura mezclada con las heces. También puede haber sangrado que no se ve (sangre oculta) pero esto es menos frecuente que en la Colitis Ulcerosa.
- Úlceras. Existe una predisposición a tener fisuras alrededor del ano que pueden complicarse en fístulas y colecciones de pus en esa zona.
- Reducción del apetito y pérdida de peso. El dolor abdominal, los cólicos y la inflamación intestinal, pueden afectar tanto al apetito como a la capacidad de digerir y absorber los alimentos. Puede presentarse pérdida de peso en un 60% de los casos.
Manifestaciones extraintestinales de la Enfermedad de Crohn
Las manifestaciones extraintestinales están presenten en un 35% de los pacientes, con más frecuencia cuando existe una afectación del colon.
Algunas tienen relación con la actividad de la enfermedad como artritis, eritema nodoso, aftas orales y la inflamación de los ojos (epiescleritis, escleritis y uveitis). Otras llevan un curso independiente: pioderma gangrenoso, sacroileítis (25-50%), espondilitis anquilosante, inflamación dentro de los ojos (uveítis) y, menos frecuente que en la Colitis Ulcerosa, la colangitis esclerosante primaria(CEP). Existe más riesgo de trombosis venosa, cálculos o piedras en el riñón y en las vías biliares.
Como en la Colitis Ulcerosa, los trastornos de ansiedad y depresión son más frecuentes que en la población general
Las personas con enfermedad de Crohn también pueden experimentar fiebre, náuseas y vómitos (más frecuentes en Crohn que en la Colitis Ulcerosa), fatiga, artritis, inflamación de los ojos (epiescleritis, escleritis y uveitis), palidez cutánea, fisuras perianales, fístulas y abcesos, inflamación de los conductos biliares, mayor frecuencia de tener “piedras en el riñón” (cálculos renales) o en la vesícula y producir cólicos.
No suele existir correlación entre los síntomas que se presentan y el daño causado en los tejidos internos, las estenosis o las fístulas pueden permanecer asintomáticas durante años; sin embargo, un brote inflamatorio del íleon puede causar importantes dolores abdominales y astenia (cansancio, fatiga y debilidad física y psíquica).
Complicaciones de la Enfermedad de Crohn
Un tercio de los pacientes presentan estenosis o lesiones penetrantes en el momento del diagnóstico y el 50% tendrán una complicación intestinal en los 20 años tras el diagnóstico: estenosis, masas inflamatorias en el abdomen, fístulas, abscesos intraabdominales o perforación intestinal.
La mayoría necesitan intervención quirúrgica y muchos tendrán que volver a ser intervenidos porque tanto las estenosis como las fístulas tienden a reaparecer.
El megacolon tóxico y las hemorragias graves son menos frecuentes que en la Colitis Ulcerosa y éstas se observan con más frecuencia en las ulceraciones del íleon que en la colitis.
Cerca del 10% de los pacientes presentan úlceras gástricas o en duodeno. El factor más importante para el desarrollo de complicaciones y necesidad de cirugía es la localización en íleon o en íleon y colon.
Las estenosis pueden ser inflamatorias (resuelven con tratamiento médico) o fibróticas (necesitan dilatación endoscópica o tratamiento quirúrgico cuando producen obstrucción).
Cerca del 20-30% de los pacientes presentan lesiones perianales y entre un 20%-40% tienen o han tenido fístulas. Las más frecuentes son las enterocutáneas (conectan el intestino con la piel), aunque también pueden afectar al tracto urinario o a la vagina provocando problemas tanto a nivel urinario como vaginal (Ej. infecciones, salida de heces o aire por orina o por vagina).