Investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona proponen la práctica de Pasodoble como estrategia no farmacológica para retrasar la progresión de la enfermedad de Parkinson.
La enfermedad de Parkinson causa deficiencia de dopamina y da como resultados síntomas motores que caracterizan la enfermedad como son el temblor, bradiquinesia (o lentitud de los movimientos), rigidez e inestabilidad postural. Además, se pueden observar alteraciones de la marcha, congelación de los pasos, déficit de coordinación que afectan directamente al control motor de los pacientes. Por otro lado, no menos importantes, también pueden presentarse síntomas no motores como trastornos de sueño, estreñimiento, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, depresión, pérdida del olfato y del gusto, fatiga, dolor, etc.
Se han realizado grandes esfuerzos para encontrar la estrategia de tratamiento que modifique la enfermedad. Hasta el momento los tratamientos ralentizan la progresión de la enfermedad e incluso algunos síntomas son resistentes a los tratamientos de reemplazo de dopamina.
Se prevé que las estrategias no farmacológicas, que engloban varias disciplinas entre las que se encuentra la práctica de ejercicio, sean capaces de reducir el impacto global de la enfermedad y mejoren la calidad de vida tanto del paciente como del cuidador.
En este sentido, las guías europeas para la enfermedad de Parkinson recomiendan realizar el ejercicio aeróbico o el baile ya que, en estudios previos, han demostrado que mejoran la movilidad y el equilibrio de estos pacientes. Un nuevo estudio, propone la práctica de Pasodoble como una forma de hacer ejercicio que puede aportar beneficios tanto para el paciente como para el cuidador.
Los programas de rehabilitación de los pacientes de Parkinson incluyen ejercicios combinados de fuerza, equilibrio y coordinación con el objetivo de mejorar la condición física y motora. El principal objetivo del ejercicio terapéutico y la rehabilitación es mejorar y mantener la calidad de vida de los pacientes con Parkinson. Esto se logra ayudando a mejorar o incrementar la movilidad, el equilibrio, el control de la marcha, la coordinación manteniéndose así la autonomía funcional del paciente durante más tiempo. Los beneficios del ejercicio y la actividad física son ampliamente conocidos y han llevado a los investigadores a interesarse por las posibilidades que ofrecen como recurso terapéutico de rehabilitación.
En este sentido, el Pasodoble, un tipo de baile que se caracteriza por un paso base que consiste en caminar. En este baile se incluyen pasos hacia un lado y hacia otro, con giros y movimientos laterales en el que se integran muchas características del ejercicio terapéutico. La pareja es de gran importancia ya que se hacen figuras con pasos coordinados y de forma armoniosa al ritmo de la música. Lo importante en este tipo de baile es realizar pasos de baile con la postura erguida, levantando el pecho y contrayendo el abdomen para un correcto control del tronco. Además, la estimulación auditiva rítmica que marca cada uno de los pasos en compañía de la pareja de baile puede ayudar a dominar el equilibrio y el desplazamiento.
Basándose en la evidencia sobre los beneficios terapéuticos del baile y la musicoterapia unas investigadoras españolas de la Universidad Autónoma de Barcelona, proponen el Pasodoble como un tipo de baile que se puede practicar en casa, en el ambiente familiar, como intervención para mejorar y preservar la función motora y el estado de ánimo de los pacientes de Parkinson.
El Pasodoble puede ofrecer beneficios sobres cada una de las cuatro áreas clave para los pacientes de Parkinson: mejora de la marcha y el equilibrio, aumenta del rango y la fuerza articular, reduce el riesgo de caídas y aumenta la capacidad física y aeróbica. Este es un programa de rehabilitación fácil que puede realizarse en el entorno familiar y del hogar pudiendo promover emociones positivas y aumento de la autoestima, mejorando de forma general la relación y la calidad de vida tanto del paciente como de su cuidador.