La Artritis Reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica que puede conducir a una disminución considerable de la actividad física de estos pacientes. Y, por otro lado, más de la mitad de los pacientes con esta enfermedad informan que tienen problemas de calidad y cantidad total de sueño.
La evidencia científica ha identificado al sueño como algo esencial para mantener la calidad de vida relacionada con la salud. Varias organizaciones científicas del sueño recomienda, al menos 7 horas de sueño nocturno para una salud y bienestar óptimos. Es importante conocer que el sueño ejerce un papel esencial sobre el sistema inmunológico.
Por lo tanto, tanto los trastornos como la disminución del tiempo total del sueño pueden conducir al desarrollo de enfermedades autoinmunes como la Artritis Reumatoide. Sabemos que hasta un 70% de los pacientes con Artritis Reumatoide comunican fatiga y alteraciones del sueño. Una mala calidad del sueño y disminución de la duración total del mismo tienen un impacto negativo tanto sobre la salud física y mental de estos pacientes.
Por otro lado, las guías actuales de las principales entidades reumatológicas, recomiendan la realización de ejercicio como clave para el control y gestión de la Artritis Reumatoide.
La Organización Mundial de la Salud y Liga Europea Contra el Reumatismo (EULAR) recomiendan una actividad física de intensidad moderada durante al menos 30 min, 5 días o más a la semana, es decir un mínimo total de 150 minutos por semana. Sin embargo, hasta ahora no disponemos de evidencia científica suficiente sobre el impacto de la actividad física sobre el sueño en pacientes con Artritis Reumatoide.
Se han publicado los resultados de un estudio piloto cuyo objetivo ha sido evaluar la viabilidad de una intervención basada en caminar y valorar su impacto sobre la calidad y duración del sueño en pacientes con Artritis Reumatoide.
Según los resultados de este estudio, caminar es una forma factible y segura de realizar ejercicio para los pacientes con Artritis Reumatoide. Los pacientes que participaron en el grupo de ejercicio de este estudio informaron de mejoras tanto en el tiempo total del sueño como sobre la calidad del mismo, en comparación con el grupo control.
Los participantes expresaron comentarios positivos y disfrute de la actividad física. Los beneficios de este tipo de ejercicio podrían extenderse más allá de las mejoras en el sueño, como mayor autoeficacia, mejora del dolor, de la rigidez y de la función física.
Este estudio proporciona evidencia preliminar del efecto de la actividad física, como caminar, sobre el sueño en los pacientes con Artritis Reumatoide. Se necesita de mayor investigación para ampliar la información al respecto.
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