El bienestar se puede definir como un proceso activo a través del cual las personas toman conciencia de una existencia exitosa. Según la definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el bienestar no es sólo la ausencia de enfermedades, es un estado de satisfacción personal, de comodidad y de confort a nivel físico, mental y social. Por lo tanto, el bienestar es un concepto holístico y multidimensional en el que se incluye estilo de vida, medio ambiente, aspectos mentales o psicológicos y espirituales. Podriamos intercambiar el concepto bienestar con el de calidad de vida.
El bienestar de una persona puede mejorar mediante la combinación de ejercicio físico, nutrición óptima, apoyo social, estrategias de afrontamiento construtivas y responsabilidad personal.
Una nueva revisión narrativa de reciente publicación explora las estrategias de un enfoque holístico para el tratamiento de la Artritis Reumatoide mediante la incorporación de prácticas de bienestar en el plan de tratamiento global de pacientes con esta enfermedad. En esta publicación se destacan:
Ejercicio
Hasta el 80% de los pacientes con Artritis Reumatoide tienen una capacidad limitada de realizar ejercicio debido a la inflamación y el daño articular provocado por esta enfermedad y que genera dolor físico y limitación funcional. Sin embargo, sabemos que el ejercicio previene de la atrofia muscular, mejora la función física y reduce el dolor.
Debemos procurar realizar ejercicio de forma regular y continuada a lo largo del tiempo y adaptarlo a las diferentes fases de la enfermedad para prevenir mayor daño articular.
Las barreras percibidas por los pacientes para realizar ejercicio incluyen el dolor, la fatiga, el miedo y otras enfermedades asociadas. Sin embargo, con un buen asesoramiento y supervisión, practicar ejercicio de forma habitual ayuda a reducir el dolor y la fatiga, mejora la calidad del sueño y la calidad de vida de los pacientes con Artritis Reumatoide.
Sueño
Los trastornos del sueño son una preocupación importante para las personas con Artritis Reumatoide. Tanto la calidad del sueño, como el dolor deberán evaluarse de forma rutinaria en las evaluaciones clínicas. La falta de sueño puede provocar aumento del dolor y de fatiga y puede llevar a la aparición de depresión y ansiedad. La falta de control del dolor también afecta al sueño por lo que resulta en un círculo vicioso.
La incorporación de intervenciones no farmacológicas como son la fisioterapia, la meditación, masajes, etc. pueden ayudar a manejar las alteraciones del sueño y aumentar el bienestar de estos pacientes.
Nutrición
De todos los factores que influyen en el bienestar, la alimentación es el factor más preguntado por los pacientes con Artritis Reumatoide. Actualmente, la dieta mediterránea es la recomendación dietética más estudiada.
Se debe brindar información y asesoramiento adecuado para el control del peso reconociendo los factores que motivan o desmotivan a los pacientes. Los consejos adecuados incluyen mayor ingesta de frutas, verduras y agua, cambios a alimentos y bebidas bajos en calorías, reducción de alimentos y bebidas no saludables, reducción del tamaño de las porciones e incorporar a los cambios alimentarios la realización de actividad física de forma regular.
Consciencia
La atención plena se define como llevar la atención hacia nosotros mismos y a las experiencias que vivimos momento a momento. Es estar completamente presente y consciente en aquello en lo que estamos realizando en un momento determinado sin reaccionar o prestar atención a lo que pase a nuestro alrededor.
La realización de ejercicios de atención plena puede reducir la actividad de la enfermedad, la discapacidad física y la inflamación, ayudan a mejorar la rigidez matutina, el dolor, la fatiga, la percepción de la enfermedad y aspectos psicológicos de la Artritis Reumatoide (depresión, ansiedad, estrés, etc.) y todo esto conlleva una mejora en la calidad de vida del paciente.
Conexión social
Uno de cada tres pacientes con Artritis Reumatoide creen que las personas de su alrededor no comprenden el impacto real de su enfermedad y más de la mitad de los pacientes se sienten frustrados cuando no pueden realizar las actividades de la vida diaria.
Las conexiones sociales con otras personas en la misma situación y sentimientos son tan importantes o más que la salud física y mental. El apoyo de familiares y amigos es vital para los pacientes, ayudando a entender su enfermedad, acompañando al paciente a sus citas médicas y colaborando con el cumplimiento del tratamiento, de una dieta adecuada y con la realización de ejercicio de forma regular.
Se sabe que las relaciones sociales gratificantes predicen una mejor salud física y mental y mayor longevidad, mientras que la soledad y el aislamiento social se asocia con un aumento de la inflamación y mala salud.
Emociones positivas
Las emociones positivas como la alegría, la felicidad, el amor, el optimismo, etc. contribuyen al bienestar físico y mental.
Debemos alentar a los pacientes a realizar actividades que les hagan disfrutar y que contribuyan a la realización de ejercicio, de conexión social y otras prácticas de bienestar. Las emociones positivas también promueven las relaciones sociales positivas y se asocian de manera recíproca con la salud física, reduciendo la intensidad del dolor y amortiguando el efecto del dolor sobre el funcionamiento y el bienestar de los pacientes con Artritis Reumatoide.
En conclusión, hasta el momento el enfoque u objetivo principal del tratamiento y gestión de la Artritis Reumatoide basado en la evidencia ha sido la reducción de la destrucción articular y la conservación del estado funcional. Sin embargo, existen muchas áreas de necesidades no cubiertas de estos pacientes que son de suma importancia para los pacientes como son la reducción del dolor, la mejora del funcionamiento físico y social y la calidad de vida.
Además del tratamiento farmacológico, se necesitan intervenciones con enfoque holístico para tratar a estos pacientes. Este enfoque va dirigido a disminuir el impacto emocional y social de la Artritis Reumatoide ya que los pacientes, a pesar de un buen control farmacológico de su enfermedad, aún comunican que no se sienten bien del todo debido a un dolor incontrolado que impacta sobre las actividades de la vida diaria y sobre el bienestar general.
Como se describe en esta nueva publicación, las intervenciones de bienestar pueden mejorar la salud y reducir el impacto de la Artritis Reumatoide tanto desde la perspectiva física como emocional.
Ligeros cambios en el estilo de vida pueden considerarse como parte del autocuidado y van destinados a mejorar la capacidad de una persona en controlar los síntomas, el tratamiento y las consecuencias físicas y psicológicas de una enfermedad crónica.
Este es uno de los primero artículos que analiza de forma exhaustiva y justifica el tratamiento holístico de la Artritis Reumatoide. En esta publicación se sugiere que las prácticas de bienestar requieren creatividad y personalización según las necesidades de cada individuo.
El bienestar del individuo no es necesariamente un resultado adicional para abordar más allá del tratamiento objetivo. Si mejoramos el bienestar general de los pacientes mejoraremos también las puntuaciones globales de la enfermedad