La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) y el asma son enfermedades inflamatorias crónicas que se han vuelto cada vez más comunes en los países occidentales.
Aunque el origen de ambas enfermedades no se comprende completamente a día de hoy, sabemos que la predisposición genética y los factores ambientes están implicados en ambos trastornos. Por ejemplo, nacer y crecer en una granja ganadera durante los primero 5 años se asocia a menor riesgo de EII y de Asma que vivir en una ciudad.
La EII consiste en un grupo de afecciones crónicas en las que se incluyen la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa que se caracterizan por una inflamación crónica del tracto gastrointestinal. En la Colitis Ulcerosa la inflamación se limita al colon y con un patrón continuo e ininterrumpido. Sin embargo, la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal y lo hace con un patrón discontinuo.
Por otro lado, el asma se caracteriza por una inflamación crónica de las vías respiratorias y es la manifestación extraintestinal de la EII más estudiada.
Un nuevo estudio, basado en la información de más de 13.000 participantes de 7 países del norte de Europa tuvo como objetivo investigar la relación entre la EII y el asma y otros síntomas respiratorios.
En este estudio se ha encontrado que las personas con EII tienen riesgo casi dos veces mayor de sufrir asma que aquellas personas sin EII.
Crecer en un entorno urbano, con exposición frecuente a tratamiento antibióticos y no cumplir con la lactancia materna a edad temprana son factores relacionados con mayor riesgo de EII y de Asma.
Según los resultados de este estudio las personas con EII, particularmente las mujeres con Colitis Ulcerosa, tienen mayor prevalencia de asma y síntomas respiratorios (rinitis no infecciosas, rinosinusitis crónica, etc.).
Por lo tanto es importante considerar los síntomas y trastornos respiratorios cuando se examinan los pacientes con EII.
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