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9 febrero, 2022 in-pacient.es

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) incluye la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Aunque el origen de estas enfermedades parece ser multifactorial, en las últimas décadas se ha demostrado que existe una estrecha relación entre los hábitos alimentarios y el desarrollo de EII.

La dieta representa uno de los factores ambientales clave que afecta a la composición del microbiomaintestinal, la inflamación intestinal y los procesos inmunológicos. Esta relación bidireccional entre dieta y microbioma puede estar implicada en la EII, tanto como prevención o como factor de riesgo. Es decir, mantener el equilibrio del microbioma mediante la dieta sería una estrategia de prevención o control de la evolución de la EII y, por el contrario, alterar el equilibrio del microbioma mediante la dieta puede ser un factor de riesgo para la EII.

En las últimas décadas y debido al estilo de vida occidental que llevamos, ha aumentado el consumo de alimentos procesados o ultraprocesados. Por lo general, estos alimentos contienen una mezcla de ingredientes no nutritivos en forma de aditivos alimentarios artificiales, que se utilizan para mejorar o mantener la frescura, el sabor, la textura o la apariencia de los productos alimentarios.

Los edulcorantes artificiales (aspartamo, sacarina, sucralosa, etc.) ofrecen un sabor más dulce sin calorías. Reemplazar los azúcares por estos edulcorantes no nutritivos reducen el consumo de azúcar y de energía en postres, bebidas energéticas y otros,  pero puede ser un factor asociado al inicio y/o progresión de la EII.

Por otro lado, los emulsionantes (lecitina, polisorbato, carragenina, etc.) se usan comúnmente en mayonesas y aderezos para ensaladas y zumos de frutas para mejorar la textura y la vida útil. Otros aditivos alimentarios son los colorantes alimentarios, que se utilizan en pasteles, salsas, helados y dulces para mejorar la presencia y aceptación de los alimentos por parte del consumidor.

El uso de aditivos alimentarios en los alimentos está regulado por las autoridades nacionales. Sin embargo, la metodología para medir el contenido real de diversos compuestos y sus efectos sobre la salud, son limitados a día de hoy, Recientemente, los investigadores y las autoridades nacionales han prestado mucha atención a su toxicidad y efectos sobre la microbiota intestinal y la salud.

Una nueva revisión de la literatura científica valora el efecto de los aditivos alimentarios artificiales sobre la EII a través de la modulación de la composición del microbioma intestinal. Según esta investigación, la dieta tiene un papel clave en la prevención y el tratamientos de la EII. Muchos estudios han demostrado que la dieta occidental aumenta el riesgo de desarrollar EII. Se ha ido acumulando evidencia sobre el grave impacto del consumo de varios aditivos alimentarios artificiales sobre el microbioma intestitnal y su relación con la EII a través de la modulación de este microbioma.

Aunque las autoridades nacionales aprueban una amplia gama de aditivos alimentarios, como emulsionantes artificiales o edulcorantes artificiales, éstos pueden afectar negativamente a la composición y a la función del microbioma intestinal. De tal forma que estas variaciones promuevan el microbioma proinflamatorio.

Por otro lado, esta revisión también mostró que ciertos aditivos alimentarios naturales como la stevia, la lecitina de soja/colza y los antioxidantes naturales pueden mejorar la composición de la microbiota intestinal y sus funciones.

Como conclusión los investigadores de esta publicación consideran que sería recomendable limitar la exposición a determinados aditivos alimentarios artificiales reduciendo el consumo de alimentos ultraprocesados, especialmente en pacientes con predisposición o diagnósticos de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.

Por otro lado, también consideran recomendable que los pacientes con EII se reciban sistemáticamente un asesoramiento nutricional por parte de un dietista clínico para seguir una dieta equilibrada y personalizada, priorizando en la comida casera para controlar la exposición a los aditivos alimentarios artificiales.

Raoul P et al. Food Additives, a Key Environmental Factor in the Development of IBD through Gut Dysbiosis. Microorganisms. 2022 Jan 13;10(1):167. doi: 10.3390/microorganisms10010167.

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