
Los pacientes con Artritis Reumatoide tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, podemos decir que aproximadamente duplica el riesgo que tiene la población general. La enfermedad cardiovascular es un término muy amplio en el que se incluye: arteriosclerosis, insuficiencia cardíaca, enfermedad vascular periférica y cerebral, trastornos cardíacos, etc. La inflamación juega un papel importante en el desarrollo de estas enfermedades cardiovasculares.
Aunque se conoce el riesgo de enfermedad cardiovascular entre los pacientes con Artritis Reumatoide desde hace décadas, todavía a día de hoy existe la necesidad de mejorar la prevención de aparición de estas complicaciones cardiovasculares.
Los factores de riesgo cardiovascular para la población general incluyen algunos estilos de vida que podemos modificar, tales como: fumar, IMC, grado de actividad física y composición de la dieta en relación a grasas y/o azúcares. Por otro lado, también se incluyen otros factores como la Hipertensión (tensión arterial alta), Hiperlipidemia (elevado contenido de grasas en sangre, como colesterol y triglicéridos) y la Diabetes Mellitus. Y por último, se sabe que tanto el aumento de la edad como el género masculino también se asocian a mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
La conciencia de este alto riesgo cardiovascular entre los pacientes con Artritis Reumatoide es baja y entre algunos profesionales sanitarios también. A día de hoy no se realiza un registro y/o control adecuado de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y por lo tanto estos pacientes no reciben el beneficio de una medicina preventiva.
Pero….¿cómo puede ayudar un paciente a disminuir su riesgo cardiovascular?
Un paciente con Artritis Reumatoide puede poner de su parte influyendo sobre aquellos factores de riesgo cardiovascular modificables, mediante cambios en su estilo de vida.
- Tabaco: Los pacientes con Artritis Reumatoide deben abandonar este hábito y, en el caso de que no fumen, evitar ser fumadores pasivos. En este punto es importante la colaboración del paciente y de su entorno más cercano o personas con las que convive.
- Peso y composición corporal: Aumentar la musculatura y disminuir la grasa corporal puede tener efectos beneficiosos sobre el riesgo cardiovascular en pacientes con Artritis Reumatoide.
- Dieta: Realizar una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres y pescados, aceite de oliva y frutos secos (nueces, almendras). Se puede/debe pedir consejo sobre alimentos que sean saludables para el corazón.
- Ejercicio: La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 30 minutos de ejercicio entre moderado e intenso 5 veces por semana. Esto es seguro y recomendable para un paciente con Artritis Reumatoide.
Tomar conciencia de los factores de riesgo cardiovascular y el peligro que éstos conllevan para la salud y la calidad de vida, es un primer paso. A partir de aquí, debemos ofrecer a los pacientes el conocimiento, y el apoyo/ayuda para que sean «pacientes activos» y puedan modificar su estilo de vida y mejorar la prevención del riesgo cardiovascular.
No sólo es tomar el tratamiento según las pautas recomendadas por tu médico. ¡Tu puedes hacer más!