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24 mayo, 2016 in-pacient.es

Un nuevo estudio ha encontrado que casi un tercio de los pacientes con Artritis Reumatoide tienen criterios diferentes a sus médicos cuando valoran la gravedad de la enfermedad y esta discordancia se asocia a una disminución de la actividad laboral.

Las evaluaciones de la actividad de la Artritis Reumatoide pueden ser diferentes desde el punto de vista de los pacientes y de los médicos. Los médicos tienden a puntuar una actividad de la enfermedad menor a la que comunican los pacientes, aunque se han publicado estudios en los que la diferencia en las puntuaciones puede variar en ambas direcciones.

Es importante destacar que los pacientes se centran principalmente en el dolor y en la sensibilidad de las articulaciones cuando intentan clasificar la actividad de la enfermedad, y los médicos se centran en el número de articulaciones hinchadas/inflamadas y los valores en los análisis como son la proteína C-reactiva (PCR) o la velocidad de sedimentación globular (VSG). Como el dolor puede estar presente incluso si se controla la enfermedad, la diferencia entre los puntos de vista de los pacientes y médicos puede ser exagerada cuando la enfermedad no está activa. Este puede ser el caso especialmente, en la enfermedad de larga duración en la que existe daño articular y se presenta discapacidad. También es posible que los pacientes evalúen los signos y síntomas de otras enfermedades concomitantes o asociadas y los atribuyan a la Artritis Reumatoide.

Disminuir el dolor y mejorar la función física pueden no ser los únicos objetivos de los pacientes. También pueden estar preocupados por el impacto de la Artritis Reumatoide en sus actividades diarias y su capacidad para el trabajo.

Hasta el momento no se habían publicado estudios que evaluaran las diferencias entre los criterios de los pacientes y los médicos en la evaluación de la gravedad de la Artritis Reumatoide y si esta diferencia estaría relacionada con su desempeño laboral.

Se ha publicado un estudio con la participación de más de 800 pacientes adultos (18-70 años), con Artritis Reumatoide moderada de 80 centros de Europa, Asia, Australia y América Latina.  Se evaluaron las coincidencias o discrepancias entre los criterios de los pacientes y los médicos con relación a la clasificación de la actividad de la Artritis Reumatoide tanto al inicio del estudio como después de 36 semanas de tratamiento con Etanercept y Metotrexato.

Al principio del estudio un 31,8% de las evaluaciones de los pacientes fueron discordantes con las previsiones de sus médicos. Esto representa una falta de conexión entre el paciente y el médico en relación a señales verbales y no verbales de cómo está afectando la Artritis Reumatoide al paciente. En la mayoría de los casos los pacientes otorgaban calificaciones más altas de actividad de la enfermedad. Al igual que otros estudios previamente publicados el dolor era el factor más importante en la evaluación global del paciente y llevaba a la discrepancia con el criterio médico.

Los pacientes con niveles más altos de PCR, valor objetivo de la actividad inflamatoria de la enfermedad, tenían mayor concordancia con el criterio médico, que aquellos que tenían niveles más bajos de inflamación según la analítica.

Estudios previos han encontrado que la Artritis Reumatoide moderada se asocia a un deterioro en la vida laboral. Los resultados de este estudio además, sugieren que las discrepancias entre la evaluación del paciente y del médico sobre la gravedad de la enfermedad no solo se asocia a peores resultados clínicos sino que también se extiende a otros ámbitos de la vida del paciente, tales como un impacto negativo sobre su vida laboral.

Una mejor compresión de los aspectos importantes para los pacientes, como la percepción y el conocimiento de la enfermedad, sus creencias y sus miedos sobre los tratamientos, puede permitir que exista una comunicación más fluida y efectiva entre médico y paciente y llevar a una mejora en los resultados de los tratamientos. Esto incluye una “escucha activa” y la apertura a la aportación de los criterios de los pacientes. En otras enfermedades crónicas  se ha demostrado que una mayor relación y comunicación entre el médico y el paciente permite identificar los riesgos de no cumplimiento o cumplimiento incorrecto del tratamiento y ayudar a la alineación de objetivos comunes entre médico y paciente en cuanto al tratamiento se refiere.

 

Smolen JS et al. Discordance between patient and physician assessments of global disease activity in rheumatoid arthritis and association with work productivity. Arthritis Res Ther. 2016 May 21;18(1):114. http://ow.ly/pqtk300viHf

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