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En los últimos años se ha acumulado evidencia científica sobre los beneficios del ejercicio y la actividad física específicamente en personas con enfermedad de Parkinson. Para estos pacientes, ser físicamente activo se asocia a una mejora en la función física, social y en la calidad de vida.
La evidencia también nos muestra que la participación en el ejercicio por parte de las personas con Parkinson se debe realizar tan pronto como reciben su diagnóstico, cuando los síntomas motores son leves y la eficacia de este tipo de intervenciones es mayor, en lugar de hacerlo más tarde. Generalmente el ejercicio se recomienda como rehabilitación.
A pesar de todo, la evidencia y grandes estudios nos muestran que las personas con Parkinson son menos activas que la población general de la misma edad, incluso en las primeras etapas de la enfermedad.
Se recomienda que en el momento del diagnóstico las personas con Parkinson reciban educación sobre el papel del ejercicio y la actividad física para promover comportamientos saludables. Sin embargo, se sabe que los pacientes con Parkinson recién diagnosticado no reciben información suficiente sobre cómo mantenerse activos y muy pocos son derivados al servicio de rehabilitación desde el diagnóstico para iniciar un plan de ejercicios continuado.
Los profesionales sanitarios que intervienen en la atención al paciente con Parkinson son los neurólogos, enfermeras especialistas y profesionales sanitarios afines. Ellos desempeñan un papel fundamental en la promoción de diferentes tipos de comportamientos saludables y están en una posición ideal para impactar positivamente sobre los pacientes. Sin embargo, estas iniciativas, como la promoción del ejercicio tienden a verse limitadas por falta de tiempo, confianza y recursos durante las visitas. Además, existe una enorme brecha para la comprensión de cómo y cuándo se integra la promoción del ejercicio/actividad física en la atención al paciente con Parkinson.
Se han publicado los resultados de una encuesta cuyo objetivo fue explorar las prácticas y la percepción de los profesionales sanitarios con respecto a la promoción de ejercicio y actividad física a personas con Parkinson.
En general los profesionales sanitarios consideran importantes este tipo de intervenciones educativas sobre el ejercicio y la actividad física. Sin embargo, los médicos informaron de falta de tiempo y confianza para brindar consejos específicos sobre ejercicio y actividad física durante las consultas habituales con pacientes con Parkinson. Además las derivaciones a grupos de apoyo son esporádicas. Los fisioterapeutas y las enfermeras, que abordan estos temas, reciben a los pacientes mucho más tarde que no el momento del diagnóstico de la enfermedad, dependiendo de las listas de espera. Los pacientes tienden a ser remitidos a fisioterapia en un promedio de 3 o más años después del diagnóstico. Esto significa que las conversaciones importantes sobre los beneficios del ejercicio ocurren en etapas posteriores, cuando las personas con Parkinson pueden experimentar problemas de movilidad y equilibrio.
Es decir, a pesar de que la evidencia científica respalda las intervenciones tempranas de actividad física para reducir complicaciones relacionadas con la enfermedad de Parkinson, persisten los retrasos. Pocos médicos derivan a sus pacientes a fisioterapia dentro de los 6 primeros meses posteriores al diagnóstico de la enfermedad y un alto porcentaje los derivan cuando existen problemas o dificultades funcionales o caídas.
Estos resultados exponen la necesidad de reevaluar el proceso de derivación a rehabilitación a las personas con Parkinson, especialmente en cuanto al momento de la derivación, no sólo para mejorar la atención al paciente y la calidad de vida, sino también para evitar cargas adicionales al sistema sanitario y la sociedad.
El ejercicio y la actividad física son uno de los componentes más importantes en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson y su promoción desde el momento del diagnóstico es esencial para el control de los síntomas y el bienestar general de estos pacientes.
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ENFERMEDAD DE PARKINSON
