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La estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS) se ha utilizado tradicionalmente como tratamiento del dolor, aunque algunos estudios han evidenciado que puede reducir la espasticidad. Sin embargo, su uso en la clínica está muy poco extendido.
La espasticidad, caracterizada por un incremento del tono muscular y reflejos osteotendinosos exagerados, puede afectar hasta un 85% de las personas con Esclerosis Múltiple. Aunque la primera medida de tratamiento suele ser la fisioterapia, muchas veces estas técnicas resultan inefectivas o insuficientes y se tiene que recurrir a fármacos como el baclofeno o incluso al tratamiento quirúrgico.
Un grupo de investigación en fisioterapia de Castilla la Mancha, ha publicado en Neurología, la revista científica de la Sociedad Española de Neurología un análisis de las estudios y la literatura publicados hasta ahora al respecto.
A pesar de la gran variabilidad existente entre formas de estimulación, y los distintos parámetros y variables analizadas que dificultan la comparación entre estudios, los autores encuentran evidencia suficiente como para extraer conclusiones.
La estimulación mediante TENS, según publican, es recomendable para el tratamiento de la espasticidad debido a su bajo coste, facilidad de aplicación y ausencia de efectos adversos.
ESCLEROSIS MULTIPLE
