
La Artritis Reumatoide y la Artrosis son los dos trastornos más frecuentes a nivel de alteraciones o enfermedades del sistema musculoesquelético. La Artritis Reumatoide es inflamación crónica de las articulaciones en la que interviene el sistema inmunitario o sistema de defensa y la Artrosis es una enfermedad articular no inflamatoria debida a la degeneración del cartílago de las articulaciones que puede cursar con algún período de inflamación.
Investigaciones previas han evaluado la relación del dolor articular, tanto en Artritis como en Artrosis, según diferentes condiciones climatológicas, como los cambios de la temperatura y de la humedad, pero los resultados han sido contradictorios.
Se han publicado los resultados de un nuevo estudio en el que se evalúa la relación entre el cambio de temperatura y la necesidad de acudir a un ambulatorio por empeoramiento de los síntomas en pacientes con Artritis Reumatoide y Artrosis. Hasta donde sabemos, este es el primer estudio de una serie temporal en el que se cuantifica la relación entre el cambio de temperatura y los síntomas en pacientes con estas enfermedades.
Los resultados de este estudio indican que la disminución de la temperatura tiene un impacto negativo agudo y tardío sobre los pacientes con Artritis Reumatoide. Sin embargo, es asociación no fue significativa en el caso de los pacientes con Artrosis. El mecanismos que subyace en esta asociación no está lo suficientemente claro a día de hoy. Por otro lado, el análisis de los resultados también aporta evidencia de que las mujeres y los pacientes entre 41 y 65 años pueden ser más vulnerables a la disminución de la temperatura que los hombres y los pacientes entre 0 a 40 años y los mayores de 66 años.
Según una revisión de la literatura científica, falta evidencia que consolide las razones por la que los resultados son diferentes en los pacientes con Artritis Reumatoide y los pacientes con Artrosis.
Lo que sí es cierto que los pacientes con Artritis Reumatoide son más propensos a que los cambios climáticos puedan influir sobre los síntomas de su enfermedad, especialmente el dolor, es decir que aunque las causas sean desconocidas el efecto es real.
Se deberá explorar en investigaciones futuras los mecanismos que subyacen en la relación entre disminución de la temperatura y aumento del dolor en la Artritis Reumatoide.
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