La hipotensión ortostática es una reducción excesiva de la presión arterial que sucede al cambiar de posición, como ponerse de pie cuando se ha estado sentado o acostado durante un período de tiempo, o bien puede aparecer cuando se permanece durante mucho tiempo en posición vertical (de pie).
El objetivo de un nuevo estudio fue evaluar si mediciones más frecuentes de la presión arterial proporcionarían mejor información sobre la hipotensión ortostática en personas con Parkinson. Para esto, se reclutaron pacientes con Parkinson con 6 o más años de duración de la enfermedad, se les proporcionó un esfingomanómetro eléctrico (aparato eléctrico para medir la presión arterial) y se les instruyó para que registraran la presión arterial tomada en posición acostada y de pie. Tomaron la presión arterial dos veces al día durante 5 días consecutivos en su propia casa. Los resultados se compararon con la presión tomada en la consulta también en las dos posiciones, tumbado y de pie.
Después de analizar los resultados, los investigadores concluyeron que los registros dos veces al día de la presión arterial tanto en la posición de tumbado y de pie durante 5 días consecutivos aumentan la probabilidad de encontrar una caída de la presión arterial brusca lo que es consistente con la hipotensión ortostática. Se requieren más estudios para establecer si 5 días de registro son suficientes, entre otros detalles sobre este tema.
La hipotensión ortostática es un síntoma no motor de la enfermedad de Parkinson frecuente y más incapacitante ya que provoca limitaciones considerables y deterioro de la calidad de vida. Los síntomas de hipotensión ortostática pueden ser: aturdimiento, mareos, pérdida del conocimiento y caídas. Las personas con Parkinson pueden no ser plenamente conscientes de la presencia de hipotensión ortostática y/o malinterpretar los síntomas.
Si una persona con enfermedad de Parkinson al incorporarse sufre de vértigos, mareos, visión borrosa, etc. podría ser por hipotensión ortostática. Es recomendable que hable y comparta con su médico.
Es importante la valoración y control de las cifras de tensión arterial en las personas con Parkinson. La hipotensión ortostática se hace más frecuente a medida que avanza la enfermedad de Parkinson, requiriendo un control muy estrecho y un tratamiento personalizado para reducir el riesgo de caídas, el deterioro cognitivo y otras complicaciones.
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