La pandemia de COVID-19ha provocado que países de todo el mundo impongan restricciones con instrucciones de que las personas se queden en casa y reduzcan el contacto con otras personas para evitar la propagación del virus.
Este tipo de medidas pueden tener un impacto potencial sobre la salud mental y el bienestar del individuo, especialmente en personas con enfermedades crónicas como la enfermedad de Parkinson.
Investigaciones previas han demostrado que la participación en actividades sociales se asocia con mejor calidad de vida y mejor salud mental en las personas con discapacidad. La evidencia sugiere que los pacientes con enfermedad de Parkinson que se sienten solas o aisladas pueden presentar un empeoramiento de los síntomas y una disminución de su calidad de vida, mientras que el contacto social protege tanto el bienestar psicológico como el rendimiento cognitivo.
Se han publicado los resultados de una revisión reciente de la literatura científica con intención de resumir el impacto de la pandemia de COVID-19 sobre el bienestar psicológico y social de los pacientes con Parkinson y sus experiencias relacionadas con las restricciones durante este período. No se investiga el impacto sobre las personas que han contraído COVID-19,
Los investigadores de esta revisión concluyen que las restricciones sociales que muchos países han implementado como consecuencia de la pandemia de COVID-19 han generado muchos retos para las personas con Parkinson y esto ha tenido efectos negativos sobre la salud física y mental.
La pérdida o reducción de las actividades diarias habituales o rutinarias, del contacto social, del ejercicio físico y también de la atención médica, ha provocado un empeoramiento de la enfermedad de Parkinson e incluso la aparición de nuevos síntomas en algunos pacientes.
Por otro lado, los cuidadores han estado sometidos a una mayor presión, en especial aquellos con personas con Parkinson con cierto grado de discapacidad y necesidades complejas.
La telemedicina puede ser una vía a considerar para garantizar la continuidad de la atención. Esto puede representar una alternativa o solución para aquellos pacientes con dificultades para acceder a la atención médica y fisioterapia.
La utilización de las nuevas tecnologías para contactar con amigos y familiares, como es el caso de las videollamadas, redes sociales, sirven para garantizar que los pacientes sigan teniendo acceso a la atención médica y mantengan el contacto social y a los grupos de apoyo aunque de manera virtual.
Se debe alentar a los pacientes con Parkinson a realizar ejercicio en el hogar y acceder a grupos de apoyo virtuales, así como, al asesoramiento continuado sobre el autocuidados y estrategias de afrontamiento efectivas.
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