La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune inflamatoria crónica de origen multifactorial que se desarrolla al coincidir factores genéticos, ambientales e inmunológicos desfavorables.
Por otro lado, el yoga es una práctica antigua de medicina energética que implica a la mente y al cuerpo, con componentes físicos y psicológicos y, por lo tanto es un sistema de control complementario en la Artritis Reumatoide incapacitante dolorosa y grave. Cada vez se tiene más reconocimiento sobre los efectos beneficiosos que ofrece sobre el funcionamiento del sistema inmunológico.
El yoga se originó a partir de la creencia de que el estrés es la causa de todas las enfermedades, lo que otorga ventajas tanto a nivel de salud física como mental.
Estudios previos han evaluado el papel del yoga como una intervención eficaz y poderoso complemento al tratamiento médico de la Artritis Reumatoide a nivel de diferentes síntomas como el dolor, la depresión, el estado funcional, calidad de vida e incluso sobre los marcadores reactivos de fase aguda, como PCR o VSG entre otros.
El Yoga ayuda a reducir los procesos inflamatorios al reducir las sustancias proinflamatorias y elevar sustancias antiinflamatorias. Sin embargo, actualmente no disponemos de datos suficientes para definir el mecanismo de acción a nivel molecular del yoga sobre un sistema inmunológico alterado como sucede en la Artritis Reumatoide.
Un nuevo estudio, realizado con pacientes con AR, nos muestra que la práctica de yoga regular (en este caso mantenido durante 8 semanas), posee un potencial inmunomodulador que induce a la remisión molecular y restablece la tolerancia inmunológica en la Artritis Reumatoide, optimizando los marcadores inflamatorios y mejorando la salud de las personas con esta enfermedad.
Los investigadores concluyen que la práctica de yoga durante 8 semanas, reduce significativamente la actividad de la Artritis Reumatoide.
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