
Las alteraciones de la marcha o dificultades para caminar son comunes entre los pacientes con enfermedad de Parkinson y se asocian con pérdida de la independencia, limitación en las actividades, caídas, disminución de la participación social y pérdida de la calidad de vida. Estos trastornos de la marcha pueden aparecer desde las primeras etapas de la enfermedad y aumentar o empeorar con el paso del tiempo.
Existe mucha diferencia entre el rendimiento de la marcha cuando éste se valora en un entorno clínico, en la consulta, donde las condiciones para caminar generalmente son óptimas, en comparación con las diferentes situaciones de la vida diaria o en el hogar donde los espacios pueden ser estrechos, tener obstáculos, con poca luz, etc.
Por todo esto, las dificultades para caminar percibidas por el paciente pueden servir como complemento a las pruebas clínicas de la marcha, proporcionando así la perspectiva del paciente.
Además, conocer aquellos factores que puedan predecir las dificultades para caminar, tanto objetivas o valoraciones clínicas, como las percibidas por el paciente pueden favorecer el desarrollo de intervenciones preventivas y de rehabilitación más a la medida de cada paciente.
Se han publicado los resultados de lo que consideramos el primer estudio que ha investigado cómo evolucionan las dificultades para caminar percibidas por los pacientes con enfermedad de Parkinson y la identificación de los factores predictivos, es decir que puedan ayudar a predecir los trastornos de la marcha.
Los investigadores de este estudio concluyen que en la enfermedad de Parkinson:
- Las alteraciones de la marcha aumentaron durante un período de 3 años.
- Tanto los factores personales (ejemplo, preocupación por las caídas) como aspectos motores (es decir, problemas de equilibrio) influyen sobre la evolución de los trastornos de la marcha.
- Los síntomas no motores (por ejemplo, el dolor y el funcionamiento cognitivo) parecen ser importantes e impactan sobre las dificultades para caminar percibidas por el paciente.
- Algunos de los factores predictores identificados son modificables, por lo que intervenciones selectivas sobre éstos podrían tener un efecto preventivo sobre las dificultades percibidas para caminar de los pacientes de Parkinson.
Por lo tanto, escuchar al paciente y valorar su percepción de la dificultad para caminar complementa las pruebas clínicas de la valoración de la marcha en la enfermedad de Parkinson.
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